¿Qué estamos haciendo para apoyar a las mujeres con las que convivimos en nuestra organización?
El impacto que tienen las mujeres unidas, es la clave del éxito para cumplir objetivos. A eso, justamente, se refiere la Sororidad, la solidaridad entre mujeres, especialmente en la búsqueda de su empoderamiento. Un buen ejemplo de esto fue la lucha del movimiento sufragista, donde miles de mujeres se unieron y consiguieron el voto femenino por el año 1840.
Sin embargo, fue en 2018 cuando la Real Academia Española decidió incorporar en su diccionario el término sororidad. Época del movimiento MeToo y la revolución feminista, y precisamente, Sororitat fue elegida como la palabra más importante de ese año en una iniciativa impulsada por el Observatorio de Neología de la Universitat Pompeu Fabra (UPF) y el Institut d'Estudis Catalans (IEC).
La desigualdad es real y el camino para lograr la tan anhelada equidad de género parece extenderse y alejarse cada vez más. Así lo indica el último informe presentado por ONU mujeres y el Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de las Naciones Unidas (DAES), el cual destaca que, al ritmo actual, no se podrá cumplir el Objetivo de Desarrollo Sostenible n°5 – Lograr la igualdad de género – para 2030.
Además, el informe estima que tomaría alrededor de 286 años cerrar la brecha de género que existe en cuanto a protección legal y eliminar leyes discriminatorias, 140 años para que exista una representación equitativa de mujeres en posiciones de poder y liderazgo en el lugar de trabajo, y al menos 40 años para lograr una representación equitativa en parlamentos nacionales.
De acuerdo con mi experiencia, trabajando 20 años en una misma organización, he podido ver que cuando las mujeres buscamos puestos de liderazgo nos enfrentamos a obstáculos culturales y políticos que los hombres normalmente no tienen que derribar. Además, he visto que hay muchas creencias arraigadas y estereotipos respecto a nosotras: “no debes mostrar tus emociones, porque te verás frágil”, “La Mujer no tiene la suficiente autoridad para ocupar cargos directivos” “Que nos vemos histéricas si defendemos nuestros intereses” etc.
También he tenido, a lo largo de mi carrera, la posibilidad de encontrarme con mujeres maravillosas, poderosas y solidarias, que creyeron en mí, que me dieron la oportunidad y me alentaron a tomar desafíos nuevos, aun cuando yo no me sentía 100% preparada, me desafiaron a sacar mi mejor versión, fueron solidarias y colaborativas cuando recién tomaba una posición o cuando necesité comprensión para atender actividades en mi rol de mamá. También recibí feedback constructivo cuando fue necesario y eso me ayudó a crecer y fortalecer mi liderazgo. Me parece importante entender, y no confundir, que esta solidaridad o colaboración que menciono no tiene que ser incondicional en todo momento, y no necesariamente debemos apoyar a una mujer solo por el hecho de serlo, es importante la retroalimentación y honestidad si pensamos distinto y creemos que algo no está bien.
Para todo lo anterior, es relevante contar con un círculo cercano de mujeres que puedan ser nuestras aliadas en el logro de nuestros objetivos, compartirnos experiencias o información importante que nos ayuden a enfrentar situaciones adversas en una organización, u otro ámbito relevante en nuestras carreras. Esto nos permitirá fortalecer nuestra estrategia a la hora de buscar un trabajo, de tomar una entrevista o frente a una negociación.
Seamos solidarias, colaborativas, ofrezcámonos para ser mentoras, demos feedback constructivo, capacitemos a aquellas que están comenzando. Cuando admiremos a otra mujer, digámosle, reconozcámosla.
No juzguemos a otras por las decisiones que toma, para algunas su trabajo puede ser lo más importante y otras renunciarán a él para cuidar de sus hijos o familia. Tenemos la capacidad de decidir libremente lo que nos hace feliz, y merecemos el mismo respeto independiente de qué elijamos.
Es fundamental trabajar juntas, explotar la solidaridad entre mujeres, que comparten un mismo ideal y trabajan por alcanzar un mismo objetivo, en distintos ámbitos laborales, para alcanzar nuestro máximo potencial y lograr los resultados que esperamos.
Preguntémonos como llevar esa solidaridad y colaboración a la práctica.
Shelley Zalis, CEO de “The Female Quotient”, una organización comprometida con la lucha de igualdad de género en el aspecto laboral asegura que "una mujer sola tiene poder, pero unidas tienen impacto".
¿Y tú, quieres que generemos impacto?
