No existe un certificado de sororidad, no es algo que premiamos a partir de un trofeo. Es algo aún más emocionante, aprender de qué trata la sororidad no es un trabajo fácil.
La definición es sencilla, lo que no suele ser sencillo es aplicarlo en nuestro día a día, ¡hay muchas confusiones al momento de aplicarlas!
Confusiones válidas al momento de cuestionarnos qué es la misma sororidad.
A veces el mayor conflicto es no creer que somos sororas, el comenzar a notar aquellos pensamientos micro machistas que tenemos en nuestra cabeza son algo incorrecto, el recordar que ser mujeres no nos hace menos. Algo simple pero que por cultura aprendemos desde pequeñas, quizás no desde casa, quizás en alguna conversación o algún libro.
El primer paso para ser una persona sorora inicia con entender lo que esto conlleva, primero aplicándolo en nosotras mismas!
Es imposible cumplir con las acciones de un día para otro, no podemos ser sororas con el resto pero no con nosotras mismas, el cuestionarnos es un arte y algo que podemos hacer para llegar a un mejor sentir.
No premiamos el cambiar actitudes, celebramos el mejorar actitudes para seguir trabajando en un mundo mejor como mujeres.
La equidad de género es una meta que se logra a través de la colaboración y la acción colectiva. Cada mujer tiene el poder de contribuir al cambio, ya sea a través de pequeñas acciones diarias o participando en iniciativas a mayor escala. Al unir fuerzas, las mujeres pueden inspirar y liderar el camino hacia un mundo donde la equidad sea la norma, no la excepción.